viernes, 13 de julio de 2012


Ya no valdré nada

Al tío Lucas lo conozco desde que era pequeño. No es tío carnal y ronda mi edad pero siempre le he llamado así. Bien, pues ayer el Tío Lucas me hablaba con tristeza, me decía que este País anda mal y hay mucho ladrón. Que  él que lleva dos años en el paro y no ha parado de buscar trabajo y que alguna faena que otra que le ha salido se la han pagado mal y ha sido sin contrato porque “o lo tomaba o lo dejaba”. Que se siente humillado a su edad por no poder llevar un sueldo a casa e insultado  porque encima el Gobierno del tío Rajoy duda de su esfuerzo y decide reducir las prestaciones para “que espabilemos en la búsqueda de empleo”.

Al tío Lucas le pone de los nervios el tema de la Amnistía fiscal que no deja de ser para él un “los que más tienen menos pagan” y encima se sabe que lo tienen fuera de la España a la que tanto dicen amar. Al tío Lucas le duele ver a sus hijos con un futuro incierto por culpa de la mala gestión del anterior Gobierno, de la anterior Oposición y de los Políticos que en el fondo son una agencia de auto colocación para ellos y sus afines.

El tío Lucas no se ha recuperado aún de la úlcera de estómago que un día le provocó la rabia ante las  mentiras e incumplimiento de las promesas electorales, de los salvajes recortes y del ensañamiento con los Funcionarios cuya supuesta mala fama les facilitaba sus decisiones como si de castigadores de los “vago” se trataran. Medida muy fácilmente popular.

Al tío Lucas le pone de los nervios el hecho de que el Rey hable de que la Ley es igual para todos cuando queda claro que lo es menos para los miembros de la Casa Real. Al tío Lucas le cuesta soportar que Banqueros y “gente de no fiar”, como dice él, se salgan de “rositas” y encima pretendan indemnizaciones escandalosas y hasta inmorales. Le producen ganas de llorar enterarse que hay Políticos capaces de desviarse dinero destinado a gente necesitada de éste u otros países.

La puntilla para el tío Lucas ha sido el penúltimo recorte, el oír decir a Rajoy  que “ se suprimirán gran número de bonificaciones a la contratación”. El tío Lucas teme que quede sin efecto que por tener más de 55 años y ser parado de larga duración, quien lo contratase, -me decía-, se beneficiaba de una reducción  de unos 100 € mensuales en la cotización a la Seguridad social y unos tres o cuatro mil euros  a fondo perdido para la Empresa. Era, para él, lo mejor de su currículum en este momento. Pero puede no ser ya así, añadió

El tío Lucas me miró con los ojos empañados y me dijo, ¿ves?,  si eso llega  ya no valdré nada.